domingo, 3 de enero de 2016

Tehuelche

No todos los que bajaron de los barcos ignoraron las raíces de estas tierras. Por caso, Giovanni Rafaldi y Roberto Fattorini llevaron adelante entre 1957 y 1964 idearon una motocicleta de diseño y producción íntegramente nacional; una moto rústica, sólo para entendidos, que fue bautizada como la "gente bravía" de la Patagonia: O, castellanizado, Tehuelche.
Estos torneros y matriceros, que habían llegado al país por Bahía Blanca y habían trabajado en la industria naval, diseñaron un motor de cuatro tiempos con árbol de levas a la cabeza, originalmente de 250 cc. Radicados en Buenos Aires, bajaron la cilindrada a 75 cc, de modo de hacerla vendible, aunque "rara para la época", según entiende Alejandro Capano, uno de los privilegiados que cuenta con un ejemplar de este proyecto telúrico.
"Es una moto rústica, pero el encanto lo tiene el motor y el hecho de que se fabricó acá. No hubo antes una moto totalmente argentina: hacían hasta el carburador", cuenta el propietario de un ejemplar de 1959. "Es una moto para el que sabe de mecánica, porque si no queda abandonada. No traía marchas ni chavetas", añade Capano.
La historia es breve aunque intensa: en la competición, logró coronarse campeona sudamericana en tres cilindradas. "Le ganaba a motos italianas, que en su época eran de las mejores. Competía en 75, 100 y hasta 125 centímetros cúbicos, a pesar de no ser su categoría", agrega el coleccionista. De esta motocicleta nadie sabe con certeza qué cantidad se hizo.
Pero la historia de la Tehuelche está por descubrirse en un libro que prepara Vladimir Nekola, otro aficionado a la marca. "La primera sociedad duró apenas dos años y llegaron a construirse un poco más de 1200 motos. Luego continuaron hasta la mitad de 1964, produciendo en toda su trayectoria unas 5000, de las cuales no más de 100 sobreviven y unas 20 están en funcionamiento", adelanta el especialista.

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